Características del servicio de lavandería en salas blancas
Una sala blanca o “Cleanroom” es una habitación que goza de un ambiente idóneo y de unos niveles de contaminación totalmente controlados. Suele utilizarse en la industria médica o farmacéutica, y en distintos ámbitos dentro de la investigación científica. Con contaminantes ambientales nos referimos al polvo, microbios transportados por el aire, partículas de aerosol y vapores químicos. El nivel de contaminación controlado se mide por el número de partículas encontradas por metro cúbico. Las salas limpias se utilizan ampliamente en industrias como la fabricación de semiconductores, la biotecnología, las ciencias de la vida, la fabricación y manipulación de productos farmacéuticos, las plantas de energía nuclear, los fabricantes de alimentos y bebidas o los quirófanos de los centros de atención sanitaria.
Con tamaños y diseños que van desde un único espacio diminuto hasta fábricas enteras repartidas en diferentes plantas, las salas blancas pueden ocupar miles de metros cuadrados.
En términos generales, tres elementos son indispensables para conseguir que el servicio de lavandería en salas blancas funcione bien y esté bien mantenido: el aire, las personas que trabajan en ella y los elementos con los que está equipada.
AIRE
El aire ambiental exterior suele contener de 3,5 a 109 partículas de contaminación por metro cúbico, dentro del rango de tamaño de 0,5 µm y mayor en diámetro, lo que corresponde a una sala limpia ISO 9. Una sala limpia ISO 1, por otro lado, no permite partículas dentro de ese rango de tamaño, admitiendo sólo 12 partículas por metro cúbico de tamaño 0,3 µm y menor.
El aire exterior se filtra antes de entrar en una sala blanca, excluyendo el polvo y otros contaminantes. Además, el aire interior se recircula constantemente a través de filtros de aire de partículas de alta eficiencia (HEPA) y/o aire de penetración ultra baja (ULPA), con el objetivo de eliminar la contaminación generada en su interior.
La presión positiva se puede utilizar en salas blancas como una forma de evitar la entrada de aire exterior no filtrado en caso de fuga. El diferencial de presión hace que el aire del interior se escape en caso de que se produzcan roturas, asegurando la conservación de las condiciones previas a la emisión. Los sistemas de HVAC también se implementan para mantener los niveles de humedad por debajo de ciertos umbrales, ya que la sobrecarga de los equipos puede provocar problemas de descarga electrostática.
Contrariamente a la creencia común, las salas blancas no son ambientes estériles: sólo se controlan las partículas transportadas por el aire. Los niveles de partículas se analizan generalmente mediante un contador de partículas, y la detección de microorganismos se lleva a cabo y se cuenta mediante métodos de vigilancia ambiental.
FACTOR HUMANO
Dejando a un lado las infracciones y las fugas imprevistas, las personas que entran y salen de una sala blanca suelen ser la principal fuente de contaminación potencial en estos entornos controlados. Ya sea por sustancias adheridas en su ropa o por microbios transportados por ellas mismas, siempre se deben seguir las reglas de procedimiento pertinentes para mantener con éxito las condiciones del servicio de lavandería en salas blancas.
Para acceder a las de bajo nivel se necesitan zapatos especiales con suelas completamente lisas, que no acumulen el polvo o la suciedad. Sin embargo, por razones de seguridad, el acceso a las salas blancas suele estar restringido a las personas que llevan un traje especial, que consiste en un conjunto que cubre todo el cuerpo, máscaras faciales, capuchas, guantes y fundas para zapatos.
En ambientes altamente presurizados o subacuáticos, el personal siempre debe entrar a través de una sala de transición, usualmente llamada esclusa de aire. En salas blancas donde los estándares de contaminación del aire son más rigurosos, la entrada puede incluso contener una ducha de aire.
EQUIPO
Todos los equipos dentro de la sala blanca están diseñados para generar una ínfima contaminación del aire. Suelen gozar de muebles especiales, diseñados para producir un nivel mínimo de
partículas residuales y que estas sean fáciles de limpiar, a trapeadores especiales y cubos utilizados para la limpieza de la habitación, cada objeto que llega o permanece en el ambiente controlado debe estar pensado para causar el menor impacto posible en las condiciones de la habitación.
Para que la materia, materiales de uso común en la vida cotidiana como el papel, los lápices y los tejidos fabricados con fibras naturales, que suelen dejar huella de sus propios componentes cuando se utilizan, están estrictamente excluidos de la entrada en estos entornos, lo que obliga a los responsables de las plantas a buscar opciones equivalentes y menos contaminantes.